Por Ximena Hidalgo Ayala
Historiadora, Fundadora y Directora Ejecutiva del Comité Internacional Galo Plaza Inc. (2006) y su network para rescatar y promover la historia de los latinoamericanos en Nueva York, XHA CLUB.
Una de las gastronomías más conocidas mundialmente es sin duda la mexicana, por su variedad de productos y técnicas en las preparaciones, que van desde unos humildes tacos hasta sofisticadas salsas como el mole poblano. Pero esta famosa cocina tiene una característica muy particular: sus sabores ahumados, sus sabores quemados, que transporta a épocas milenarias, cuando las tribus trashumantes preservaban a través de esta técnica sus carnes y daban sabor a sus salsas.
La amable pareja de los esposos Alejandro y María González, continuando su misión de presentar la auténtica comida mexicana con sabores caseros, abrieron en el 2012 su tercer restaurante en Long Island, esta vez en la histórica villa de Farmingdale. La obra que iniciaron en 1994 por su anhelo de saborear su comida típica, los motivó a añadir a sus ya famosos restaurantes en Huntington, Oaxaca y Quetzalcoatl, al colorido y amplio Chichimecas con una versión diferente de los sabores mexicanos.
Uno de mis bocadillos favoritos en Chichimecas es el tamal oaxaqueño, envuelto en una fragante hoja de plátano y acompañado, - como es tradición -, de pico de gallo, arroz y frijolitos.
Buen provecho!
Esta joya mexicana está localizada junto al Long Island Rail Road, a solo un par de cuadras de la estación, por lo cual es muy fácil ubicarle.
