Por Ximena Hidalgo Ayala
Historiadora, fundadora y directora ejecutiva del Comité Internacional Galo Plaza y de su exclusivo network de empresarios y profesionales XHA Club, dedicado a promover la integración a través de historia, educación y cultura.
En 1734, Bernardo de Legarda esculpió “La Virgen Alada”, para la iglesia principal del Convento de San Francisco en la capital de la Real Audiencia de Quito, actual Ecuador.
Las características del movimiento, atuendo y fisonomía de la Virgen, convirtieron a la obra en un hito innovador a nivel continental e innumerables copias e imitaciones de ella se elaboraron por la América española. La torsión de la Virgen pisando la cabeza de la serpiente bajo sus pies, se equilibra con los brazos extendidos sosteniendo una cadena y las alas, característica con las que Legarda rompió todos los esquemas y estereotipos escultóricos de la época.
Lo que pocos saben es que esta imagen “danzarina” de la Inmaculada con rasgos de mujer mestiza, está inspirada en la descripción de la Mujer Alada del Libro del Apocalipsis.
Como se describe en el Libro de la Revelación (Apocalipsis 12:1-18).
1 Una gran señal apareció en el cielo: una Mujer, vestida del sol, con la luna bajo sus pies y sobre su cabeza una corona de doce estrellas.
3 Y fue vista otra señal en el cielo. Y he aquí un gran dragón escarlata, que tenía siete cabezas y diez cuernos y en sus cabezas siete diademas.
5 Y ella dio a luz un hijo varón, que ha de regir todas las naciones con vara de hierro. Y su hijo fue arrebatado para Dios y para su trono.
14 Y fueron dadas a la mujer dos alas de gran águila, para que volase al desierto...
Bernardo de Legarda fue parte de la famosa Escuela de Arte Quiteño, que se desarrolló en la Real Audiencia y se expandió hasta Pasto y Popayán en Colombia y a Piura y Cajamarca en Perú. La Escuela de Arte Quiteño fue fundada en 1552 por el sacerdote franciscano Fray Jodoco Ricke, quien junto con Fray Pedro Gocial la crearon para entrenar a los nativos en las artes plásticas religiosas. Durante la época colonial esta escuela de artes plásticas cobró fama internacional.
La Virgen Alada tiene una colosal réplica, que fue construida en 1976 y es el principal símbolo de la ciudad de Quito. De 45 metros de altura, se encuentra en la cima de la colina del Panecillo, utilizada como lugar de culto para la adoración del sol en tiempos prehispánicos (Yavirac) y como bastión durante las luchas independentistas.
El pueblo de Quito, con orgullo dice que La Virgen de Legarda es la única en el mundo con alas como ángel y es una de las atracciones más populares de la capital ecuatoriana, que conmemora su fundación española el 6 de diciembre (1536) y las celebraciones de la Inmaculada Concepción el 8 de diciembre, uniéndose en este fervor a todos los países latinoamericanos.
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