Por Ximena Hidalgo Ayala
Historiadora, Fundadora y Directora Ejecutiva del Comité Internacional Galo Plaza Inc. (2006) y su network para rescatar y promover la historia de los latinoamericanos en Nueva York, XHA CLUB.
En junio de 1736 llegó desde Francia a América, la primera expedición científica para comprobar la redondez del planeta Tierra, abriendo una nueva etapa en las relaciones del continente americano con el Viejo Mundo y motivando entre otras cosas la declaración de independencia de las colonias de España en el continente.
En el “Monumento de la Mitad del Mundo”, -a pocos minutos de la capital ecuatoriana-, se encuentran los bustos de los miembros de la Misión Geodésica Francesa, que llegó a América para realizar mediciones y comprobar la redondez del planeta Tierra.
DEBATE SOBRE EL PLANETA
En el siglo XVIII en la comunidad científica europea se debatía acaloradamente sobre la verdadera forma del planeta. Seguidores de Descartes sostenían que la Tierra era alargada en los polos. Newton con su teoría de la gravedad afirmaba que era aplanada en los polos. La verificación de la figura de la Tierra se convirtió en un reto de potencias ya que existían importantes motivaciones estratégicas para apoyar la investigación. La controversia no era solo una disputa acalorada entre filósofos y científicos, este conocimiento era necesario para controlar y mantener los imperios globales. Sin conocer la forma exacta de la Tierra no se podía determinar con fiabilidad la ubicación geográfica de los territorios, las armadas no podían navegar con precisión, los exploradores podían equivocar su camino.
IMPORTANCIA ESTRATÉGICA
Desde el punto de vista científico el asunto era importante, pero más importante lo era desde una perspectiva estratégica. En medio de la competencia de potencias por dominar al mundo, los marinos franceses comprendieron que era necesario conocer la forma exacta de la Tierra para navegar con precisión los océanos. Una nación que pudiera ubicar sus barcos en el mar podría controlar un imperio. Determinar con precisión la forma del planeta facilitaba navegar los océanos y así lo comprendió Luis XV, rey de Francia quien envió expediciones científicas para comprobar la forma del planeta.
MISIÓN CIENTÍFICA FRANCESA
La Misión Geodésica Francesa viajó a la Audiencia de Quito para medir la redondez del planeta y permaneció en la mitad del mundo durante una década. Fue una de las primeras misiones realizadas bajo principios científicos modernos y la primera gran expedición científica internacional. Salió de Francia en mayo de 1735 y llegó a Quito en junio de 1736. Fue liderada por los científicos franceses Charles Marie de La Condamine, Pierre Bouguer y Louis Godin, entre los asistentes estaba el naturalista Joseph de Jussieu y el primo de Louis Godin además de los marinos españoles Jorge Juan y Antonio de Ulloa. En el lugar de estudios se les unió el científico quiteño Pedro Vicente Maldonado.
El explorador geógrafo y matemático francés Charles Marie de La Condamine (1701-1774), cabeza de la Misión Geodésica, preparó el primer mapa de la región amazónica en base a las observaciones astronómicas. Miembro de las Academias Científicas de París, Londres, Berlín, San Petersburgo y Polonia, su libro “Relación abreviada de un viaje hecho en el interior de América del Sur” se convirtió en un bestseller internacional.
MEDICIONES GEODÉSICAS
La única manera de comprobar la redondez del planeta era medir la longitud de un grado de latitud en dos puntos muy distantes entre sí en la superficie del globo. Midieron los arcos de curvatura de la Tierra en varios puntos, desde los llanos cercanos a Quito hasta la ciudad sureña de Cuenca. El principio básico que utilizaron fue la triangulación, que aún se usa actualmente. Si se conoce la longitud de un lado de un triángulo y se miden dos ángulos, se puede reconstruir el resto del triángulo. Para medir los ángulosutilizaron un instrumento muy robusto pero preciso conocido como cuadrante, un instrumento de hierro fundido muy pesado y sus resultados fueron a decir de científicos modernos “sorprendentemente precisos”. Construyeron una cadena de triángulos en una extensión de 200 millas, más o menos la distancia de la ciudad de Nueva York a Washington, DC. Estas medidas permitieron la primera determinación precisa del tamaño de la Tierra.
Pierre Bouguer (1698-1758) matemático geofísico, geodésico y astrónomo francés, conocido como “el padre de la arquitectura naval”, durante la misión en Ecuador escribió el primer libro sobre la aplicación de la ciencia para el diseño de buques, mientras realizaba sus observaciones en las cimas de las montañas. Retrato al por Jean-Baptiste Perronneau (1753) Museo Louvre.
CONSECUENCIAS IMPACTANTES
Los informes oficiales así como los relatos y escritos abrieron los ojos a científicos europeos sobre los exóticos paisajes, la gran riqueza ecológica de América, su flora y fauna, que propiciaron las grandes expediciones a Quito del naturalista prusiano Alexander von Humboldt y del científico Charles Darwin, produciendo un salto cualitativo en el conocimiento de la historia natural. Sobre las plantas medicinales, por ejemplo, descubrieron el uso de la quinina para curar la malaria. La Misión Francesa confirmó la teoría de Newton de que la Tierra era una esfera ligeramente achatada en los polos. Permitió realizar mapas de navegación más precisos, facilitando a los barcos su llegada a los puertos. La expedición tenían un objetivo científico muy específico, pero además cambió el panorama cultural más allá de las expectativas, influyendo no sólo nuevas expediciones científicas, también en la concepción de un continente como un todo integral.
DESDE LAS TIERRAS DEL ECUADOR
Al separarse la antigua Real Audiencia de Quito de la Gran Colombia en 1830, eligió su nombre: Ecuador, no solo por la notoriedad de la misión geodésica y la fama asociada a las operaciones científicas llevadas a cabo en su territorio, sino ante todo por las grandes contribuciones que su gente y su tierra hicieron, apoyando a los científicos en innumerables aspectos, desde el alojamiento, ropa, alimentación, asistencia logística, información, etc. así como la participación de uno de sus más valiosos hijos, Don Pedro Vicente Maldonado, quien no solo integró la misión, además aportó a ella con todos sus recursos intelectuales y económicos. Los científicos escribieron sus informes “desde las tierras del Ecuador” y su trabajo, que se encuentra en París, fue inspiración para el nombre de la que es actualmente, una de las naciones más internacionales del planeta, albergando a ciudadanos de todos los continentes.
PEDRO VICENTE MALDONADO
Pedro Vicente Maldonado (Riobamba 1704 – Londres 1748) científico, físico, matemático, astrónomo, topógrafo y geógrafo. Gobernador de Esmeraldas. En 1744 viajó a España y fue recibido por el Rey Felipe V quien lo condecoró con el título de “Gentil Hombre” de la Real Cámara. En París fue nombrado miembro de la Academia de Ciencias el 24 de marzo de 1747. Recorrió Holanda y en Londres fue invitado a la Real Sociedad Científica como su miembro, falleció antes de incorporarse. Fue sepultado en el templo de St. James. Su aporte fue decisivo en el trabajo de la Misión Geodésica Francesa en Ecuador.
QUITO LUZ DE AMÉRICA
El nombre de Ecuador conmemora el trabajo de la gran expedición científica de Francia, que le inspiró a proclamar su libertad y convertirse en ejemplo de todas las colonias españolas del continente. El primer grito autonomista de las colonias españolas en América tuvo lugar en la Real Audiencia de Quito, actual República del Ecuador (10 de agosto de 1809) y fue su proceso influenciado entre otros factores, por la presencia de científicos franceses vinculados al movimiento de la ilustración, -fundamento filosófico de la Revolución Francesa-, quienes llevaron a Quito ciencia en términos de navegación, cartografía, etc. y fundamentalmente una nueva perspectiva sobre el gobierno y la sociedad, clarificando con su trabajo la realidad geográfica y el potencial de un continente, que hasta entonces había sido visto como un apéndice del Imperio Español.
Así inició oficialmente, una larga relación entre Francia y América, que incluye el boom de la pastelería europea gracias a la importación del cacao americano…pero ese es tema para otra nota histórica.
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