Una historia de solidaridad con los inmigrantes
Por Ximena Hidalgo Ayala
Historiadora, fundadora y directora ejecutiva del Comité Internacional Galo Plaza y de su exclusivo network de empresarios y profesionales XHA Club, dedicado a promover la integración a través de historia, educación y cultura.
La Estatua de la Libertad es la escultura más grande, la más conocida y por qué no reconocerlo, la más admirada y visitada en la ciudad natal de Galo Plaza, Nueva York.
Esta gigantesca estatua, simboliza a la nación entera, porque cuando evocamos a los Estados Unidos de América, inmediatamente viene a nuestra mente una imagen: “La Estatua de la Libertad”, que desde su levantamiento es, -junto a la bandera y al himno nacional-, uno de los símbolos que identifican a esta nación en el mundo, pero que además representa y así lo reitera su nombre, el anhelo de libertad y progreso de millones de inmigrantes de todos los confines del planeta.
Al conmemorar la fecha nacional de independencia, -que la Dama de la Libertad sostiene en su brazo-, resaltamos la historia de uno de los símbolos de Estados Unidos, vinculado intimamente a la inmigración y a la historia de una escritora, que siendo hija de inmigrantes, se solidarizó con ellos y logró perennizar en uno de sus poemas, el sentido de oportunidad, para todo aquel que quiere iniciar una nueva vida aportando a la sociedad en forma positiva.
Hay muchos datos interesantes, que la mayoría desconoce sobre este monumento nacional que se divisa en el paisaje de la Capital del Mundo y que se encuentra en territorio del Estado de Nueva Jersey.
La Estatua de la Libertad pesa 240.000 kilos, anclados a la base por un poste que lleva una armazón central, ajustada como un esqueleto a su interior hueco, para sostener las láminas de cobre repujado que le dan la forma y que fue realizada a pedido de su autor, el escultor francés Frédéric-Auguste Bartholdi, por su compatriota Gustave Eiffel.
La Dama de la Libertad, como también se le llama, mide 46 metros y se levanta sobre un pedestal de 45.7 metros de altura. Su brazo derecho, de 12.8 metros, señala hacia el cielo sosteniendo una antorcha; la cabeza, de cinco metros, con su boca de un metro de ancho, lleva una corona que representa a los continentes y océanos del planeta. Sostiene en su brazo izquierdo la Declaración de Independencia del 4 de julio de 1776.
Desde su inauguración en 1886, algunos elementos de la Estatua de la Libertad, -como la antorcha-, han sido modificados. La restauración más importante se realizó para celebrar su centenario, en 1986, la antorcha restaurada en Francia en la versión original y fue encendida por el presidente Ronald Reagan conjuntamente por el presidente de Francia, Francois Mitterrand.
SÍMBOLO DE LIBERTAD
El proyecto de su construcción surgió para conmemorar el primer centenario de la Declaración de Independencia, como símbolo de homenaje a la libertad proclamada por los padres fundadores el 4 de julio de 1776 y fue un obsequio de Francia a Estados Unidos. Las circunstancias históricas la han convertido en el símbolo de la lucha por los derechos de los inmigrantes, pero también en un símbolo de la protección de la soberanía de la nación contra sus enemigos.
La misma Estatua de la Libertad es inmigrante, llegó desde Francia en doscientas cajas de madera. Sus partes fueron armadas parcialmente y exhibidas en diferentes lugares, inicialmente en París y posteriormente en Estados Unidos, para recaudar fondos para instalarla, así por ejemplo la antorcha de su mano, se exhibió en Filadelfia y en el original Madison Square Garden.
Fue armada frente al puerto de la ciudad de Nueva York, en la pequeña Isla Ellis, que era el centro en donde se registraban a su ingreso los nuevos inmigrantes y en donde actualmente existe un museo, con importante información histórica sobre el proceso migratorio europeo a esta parte del continente americano.
La Estatua de la Libertad fue instalada en la Isla Bedloe, actualmente conocida como Liberty Island, en donde posteriormente se construyó un museo propio para contar su historia y preservar el legado de los ideales que promovieron su instalación.
La historia de esta estatua, que fue declarada “Monumento Nacional” en 1924 y que representa la independencia de las trece colonias inglesas, que se convirtieron en los Estados Unidos de América, está vinculada a una hermosa historia de lucha intelectual de una mujer por los inmigrantes, que en siglos pasados, luego de largos y penosos viajes en barco, la contemplaban al arribar a las costas de Nueva York.
POEMA PARA RECAUDAR FONDOS
El pedestal de la Estatua de la Libertad, diseñado por Richard Morris Hunt, fue construido con donaciones de los estadounidenses, a través de una campaña publicitaria, como parte de la cual se subastó, entre otras cosas, el poema de una mujer que se solidarizó con los inmigrantes.
El 2 de noviembre de 1883 la poeta neoyorquina Emma Lazarus escribió “The New Colossus", El Nuevo Coloso, un soneto cuyo nombre original fue “La Libertad Alumbrando al Mundo”, el cual fue subastado para la construcción del pedestal, que se completó en abril de 1886 y finalmente, el 28 de octubre de 1886, fue admirado en todo su esplendor, cuando el presidente Grover Cleveland presidió la inauguración de la Estatua de la Libertad frente a miles de espectadores, en medio de una gran fiesta en la ciudad, que incluyó un desfile en la Quinta Ave. que bajó por Broadway hasta Battery Park, el cual estableció la realización de los famosos Ticker Tape Parade, siendo el primero de ellos, como consta en las placas en el Canón de los Héroes.
Emma Lazarus nació en una familia judía de inmigrantes portugueses y comenzó a escribir poemas desde los diecisiete años. Cuando en 1880 inició un importante movimiento migratorio desde Rusia, los judios huyeron a Estados Unidos para evitar ser asesinados, llegado en condiciones de extrema pobreza a un albergue temporal en el puerto de Nueva York, el cual fue visitado por Emma Lazarus, provocando en la joven escritora un fuerte impacto, por las deplorables condiciones de los inmigrantes.
COMPROMISO CON LOS INMIGRANTES
Así, Emma Lazarus inició una intensa actividad de asistencia para suplirlos de alimentos, para capacitarlos y paralelamente comenzó a escribir sobre la grave situación de los judíos. Sus escritos llamaron la atención sobre las dificultades que enfrentaban todos los inmigrantes. Emma comprendió la importancia de estimular a la sociedad, sobre la responsabilidad con los refugiados.
Los últimos cinco versos de su poema son los más famosos y expresan lo que en siglos pasados, fue el mensaje para los inmigrantes que llegaron a los Estados Unidos. Emma Lazarus continuó escribiendo y trabajando para ayudar a los inmigrantes. En 1887 enfermó y murió. Las personas comenzaron a darse cuenta de la importancia de su poema “El Nuevo Coloso”, después de su muerte. Georgina Schuyler, decendiente de Alexander Hamilton y amiga de Emma Lazarus, durante dos años lideró una campaña, para que se reconozca su aporte y se coloque su poema en el pedestal de la Estatua de la Libertad, lo cual se logró el 5 de mayo de 1903.
EL NUEVO COLOSO
Emma Lazarus (1849-1887)
(Traducción al castellano)
Poema inscrito en la base de la Estatua de la Libertad, en Nueva York
No como el gigante de bronce de fama griega,
con sus conquistadores miembros de tierra a tierra encajados.
Aquí en las puertas de nuestro mar por el crepúsculo bañadas
se mantiene de pie una poderosa mujer con una antorcha,
cuya flama a los prisioneros ilumina y es su
nombre “Madre de los Exiliados”.
Desde su mano de faro brilla la bienvenida para todo el mundo,
sus apacibles ojos dominan el puerto de aéreos puentes
que enmarcan las ciudades gemelas.
!Guarden, antiguas tierras, su pompa legendaria!: llora ella
con silenciosos labios. Denme a mí sus fatigados, sus pobres,
sus hacinadas multitudes anhelantes de respirar en libertad,
los miserables rechazados de su rebosante costa.
Envíen a estos, los desamparados que botó la ola, a mí.
!Yo levanto mi lámpara junto a la puerta dorada!”.
Durante la inauguración del monumneto con la Estatua de la Libertad, el presidente Grover Cleveland entre otras cosas dijo: “We will not forget that Liberty has here made her home….(her) light shall pierce the darkness of ignorance and man’s oppression, until liberty enlightens the world.”
“No olvidaremos que la Libertad ha hecho aquí su hogar… (su) luz atravesará la oscuridad de la ignorancia y la opresión del hombre, hasta que la libertad ilumine al mundo”.
El Museo de la Estatua de la Libertad se inauguró en el 2019 como una extensión del parque donde se encuentra la gigantesca escultura, parte central del Monumento Nacional, en cuya base fue colocado y se puede leer el poema escrito por Emma Lazarus.
Sí la Estatua de la Libertad, símbolo nacional, también cruzó los mares para erguirse en la costa de la Capital del Mundo, no cabe duda de que todos en esta nación, en algún punto de su historia o en la historia de sus ancestros, son inmigrantes, por eso Nueva York es la Capital del Mundo, porque alberga a todas las razas y nacionalidades del planeta, a las que continúa recibiendo la Estatua de la Libertad.
Para realizar una visita virtual al Museo de la Estatua de la Libertad, haga click en el link azul:
Esta nota es generosamente compartida gracias al permanente respaldo del exclusivo XHA CLUB, Network de prestigiosos y renombrados empresarios y profesionales, dedicado a promover el rescate de la presencia latinoamericana en la Historia de Nueva York, trabajo que desde 2006 desarrolla el Comité Internacional Galo Plaza Inc., establecido para mantener el legado del líder internacional nacido en la capital del mundo, en el 5 West de la calle 8 y 5a Ave. de Manhattan, el 17 de febrero de 1906.
Para conocer a los miembros de XHA CLUB, haga clic en el logo a continuación y
apoye a los empresarios y profesionales de gran nivel,
que respaldan la HISTORIA, EDUCACIÓN Y CULTURA
© 2024 Ximena Hidalgo Ayala. All Rights Reserved.